Por qué nuestra vida son despojos
Y no podemos descansar
Ni bajo una rama de sauce
Por qué nuestras manos siguen
Dibujando líneas más allá
De la piel que nos cubre
Por qué alimentamos nuestro
Tiempo en vanas tonterías
Por qué nuestro nombre es
Tan firme ya, y por qué
No dejamos de buscar
Otros nombres
Por qué nuestras manos
Huelen a hierbas y
Lloramos —lloramos—
Como los hongos
O las libélulas
Y no queremos crecer
Error, no envejecer
Cómo las hojas muertas,
Apergaminadas, recomidas,
Y nos perdemos perdiendo
El tiempo en tonterías
Y en sillones de otros
Y ya no somos nada
Ni nadie, ni nunca
Nos perdimos en la materia
En la trastienda
En la intemperie vulgar
Del timbre que nos llamó
Por molestar un rato,
Y ya no es tan fácil
Salir corriendo
Como lo era antes.
*
Por qué nos quedamos así,
Como en los chistes malos
Esperando a que suceda
Lo que ya no está en nuestras manos,
Por qué postergamos nuestras almas
En vilo, nuestro llanto, nuestra capa
Oscura y transparente
Como el mármol
Por qué somos duros y planos
Como los diez mandamientos,
Por qué grita nuestra sangre,
Qué esperamos,
Qué llega,
Qué sucede
Tras el naufragio.
*
Y en las calles se cierne
La misma oscuridad
La misma tierra seca
La misma tempestad
De arena fácil.
*
Seguimos siendo
Humanos.