viernes, 2 de septiembre de 2011

Sonata más triste de esta noche primero de septiembre

Por qué nuestra vida son despojos

Y no podemos descansar

Ni bajo una rama de sauce

Por qué nuestras manos siguen

Dibujando líneas más allá

De la piel que nos cubre

Por qué alimentamos nuestro

Tiempo en vanas tonterías

Por qué nuestro nombre es

Tan firme ya, y por qué

No dejamos de buscar

Otros nombres

Por qué nuestras manos

Huelen a hierbas y

Lloramos —lloramos—

Como los hongos

O las libélulas

Y no queremos crecer

Error, no envejecer

Cómo las hojas muertas,

Apergaminadas, recomidas,

Y nos perdemos perdiendo

El tiempo en tonterías

Y en sillones de otros

Y ya no somos nada

Ni nadie, ni nunca

Nos perdimos en la materia

En la trastienda

En la intemperie vulgar

Del timbre que nos llamó

Por molestar un rato,

Y ya no es tan fácil

Salir corriendo

Como lo era antes.

*

Por qué nos quedamos así,

Como en los chistes malos

Esperando a que suceda

Lo que ya no está en nuestras manos,

Por qué postergamos nuestras almas

En vilo, nuestro llanto, nuestra capa

Oscura y transparente

Como el mármol

Por qué somos duros y planos

Como los diez mandamientos,

Por qué grita nuestra sangre,

Qué esperamos,

Qué llega,

Qué sucede

Tras el naufragio.

*

Y en las calles se cierne

La misma oscuridad

La misma tierra seca

La misma tempestad

De arena fácil.

*

Seguimos siendo

Humanos.