Si me quedo sin sangre
No podré hervir hasta que la piel se apague
Si me quedo sin sangre
Saldré a pasear cada mañana
Sin reír cada vez que me cruce con alguien
Si me quedo sin sangre
Dejaré que la silla se agolpe en mis caderas
Y se haga molde de mi pereza humana
De mis agujeros y mis pelos
Si me quedo sin sangre
Me ahogaré cada atardecer alrededor de las ocho
Me quedaré sin palabras sin saliva y sin hueco en el esófago
Me quedaré con el olor a hiel urdiendo en mis paredes olfativas
Para siempre
Y me quedaré sin muerte
Si me quedo sin sangre
Dejaré de hablar antes de que llegue a pensar fríamente
Dejaré de cometer pequeños errores diarios
Dejaré de entrometerme en el carril contrario sin querer
Si me quedo sin sangre
Dejaré de querer sin ton ni son
Sin soplidos sin pitos ni campanas ni confeti dentro y fuera
De los bares del bullicio y del recogimiento
Entre la sed y las damas entre los alfiles
El caballo y el parchís
Me quedaré con un par de torres
Me quedaré con el blanco o con el negro
Si me quedo sin sangre.