Semejantes a dos cristales
Y huesudos cómo las agujas
Que caen del cielo
Inversemblantes
Encrucijados
Cómo los nudillos y las rodillas
Atravesados cómo las espadas
Que nacen de la tierra
Veraces, voraces
Rápidos cómo el acero
Ingrávidos cómo el papel
Estrechos cómo la lanza
Y con pulidez de flecha
Pues
Entrometidos en las astillas
Comprometidos a arder
Ladrones cómo ardillas
Rehenes del deber
Caen del cielo
Rosas al atardecer
Caen secretos despedazados
Y orillas sin márgen
Caen serpentinas, volantes
Y ruedas desproporcionadas
Caen personajes acartonados
Y nubes que se estrellan
Sin gas ni gasolina
Sin aire y sin copla
Sin medicina
Caen
Semejantes a dos cristales
De luz.