ENCUENTROS CON LA TERCERA FASE:
3. LOS ASESINOS A SUELDO.
Yo, creía.
Creía hasta que vinieron
dos asesinos a sueldo y me dijeron
que no debía creer en lo que no existía.
En ese momento, el suelo cayó sobre mis hombros.
* * *
Yo, me puedo imaginar.
Vosotros, quizás sois creyentes.
En ese caso os diré que sigáis creyendo.
Nadie os asegura que este lado
sea más fiel a la vida que el otro.
Quizás sí.
Quizás si tenemos en cuenta que en este lado
existen los asesinos a sueldo.
Éstos que se encargan, poco a poco,
de que vayamos pasando,
TODOS,
a su bando.
En este bando,
no queda nada más en qué creer,
salvo en la muerte.
Ariadna Salvador