miércoles, 22 de diciembre de 2010

Laberintos de a dos (o Teseo o Minotauro)

Gracias a la convocatoria y apuesta de "A Viva Veu" (www.avivaveu.com/)
podemos ver mis dos relatos laberínticos en el blog del CCCB:
(http://www.cccb.org/veus/exposicions/concurs-de-relats-laberintics/)
(En uno soy yo, y en el otro estoy disfrazada de Javier Núñez).
"Una escala i un fil", y "Butoh, una dansa de la mort o morir glaçat".
¡Todo vuestro!
Ariadna

martes, 21 de diciembre de 2010

Blancos ovillos y últimos minutos del 2010

Os presento la felicitación de Navidad que ha elaborado la asociación (gAmis) a partir de las fotos de la exposición "La mirada ardent" que realizamos juntos hace tiempo, y unos pequeños versos esbozados para la ocasión.
"Grup d'Ajuda Mama i Salut" siempre al frente. Si queréis saber más de ellos o visitar la galería completa de las fotos, clickad aquí:
www.gamisassociacio.org/
Si queréis vivir la Navidad, clickad aquí:
http://www.gamisassociacio.org/docs/nadal/Nadal2010/nadal_gamis.html
Seguimos en el hilo.
P.D.(Si en la pantalla los links no aparecen como links directos,
seleccionadlos, copiad y pegad en el buscador, ¡y listo!)

martes, 7 de diciembre de 2010

Media docena de sapos.

Trapos, trapos, trapos
que riegan las plantas y
sapos, sapos, sapos
que friegan sin sal y
tipos, tipos, tipos
que juegan mal
a las cartas
y a los dados
y a las pruebas
de azar.
Querría romper la nariz
de un sopapo a esos tratos,
querría tratar de reír
sin controles de barra,
querría alcanzar una raíz
de muestra, un medallón,
una única ofrenda
de mi piel.
Busqué elaborar escamas,
tracé sonidos y barcos,
perdí el bañador en las ramas,
huí cada vez que me quitaron
mi lugar.
Soñé que volvía a empezar,
flaqueé por querer andar,
pestañeé sin mirar,
restauré sin dudar,
obnubilé mi vista quebrada
pensando que el pasado
se cerraba, se roía
como una liana
partida por la mitad
a fuerza de tirar, tirar, tirar
atrás, sabiendo menos que más,
dibujando más jardines
que almohadas,
muchas más ruinas que
las hadas, alboredas y
ensaimadas muy quemadas
por seco error.
Me caí hacia abajo,
mis ojos arriba,
mis pies sin tacto,
mis manos buscando nada,
dejando escamas y plumas
a mi paso ingrávido,
descenso sin barras,
sin código armado,
derecho libre
de entregarse
al vacío.
Cargué mi peso
a la cuenta del pozo,
hundí mis ropas
en un estanque,
volví a salir sin una espina
y sin un tirante,
subí entre trapos y sapos y tipos
mal cortados,
floté como una miga,
como un pedazo,
gané la vuelta
y la cara lavada,
el cuerpo despejado,
los iris sin huella,
el corazón sin corbata
y mi nuez cerrada.
Pensé que podía
tratar de aupar a un pez
o a un gato, y a un rincón
entero de libros en blanco.
Pensé que un garabato
y una lanza tienen más ventajas
que toda aquella remembranza,
que la memoria y el hueco
son un estado que se comparte,
que la fuerza es más libre
si no se piensa,
que el color es la luz
y la sombra lo esconde todo,
que renacer cada día
no es cuerpo extraño
en esta dichosa tierra
de trozos extraviados
y pellejos sin nombre
ni concierto.