lunes, 8 de diciembre de 2008

La terquedad de los sentimientos que se repiten

Hay sentimientos que son ágiles como esponjas
Sentimientos que se absorben a sí mismos
Y nos dejan sin más
Aire que el de los agujeros mal cerrados
Que el de las grietas obstinadas en sobrevivir
Emociones delgadas e incapturables
Libres y sedientas como una serpiente
Enamoradas y enfermas de sal
Descorazonadas y cubiertas de sudor
Buscadoras de movimiento permanente
Soñadoras sin más
Aire que el que queda al final de las esponjas
Cuando ya no queda más jabón ni más agua
Con la que lavar el desastre esparcido del pasado
Que persiste como una raíz de acero forjado
De amor
Que es lo único que permanece siempre
Aunque cambie siempre de forma también
Como la bella serpiente
O el viejo camaleón
O la oruga que persigue el ventanal
Aguado de la mariposa
Lleno de luz
Lleno de olvido
Corazones sin más
Aire que el que la puerta promete
La definitiva brecha de transformación
La concepción divina
Inmaculada y alcalina
Irreversible y triunfal
Sobre todas las huellas
Enamoradas de sí mismas
Adiós central
Encuentro final
Principio de un nuevo dolor transmutado
En paz y camino inaugural