martes, 10 de febrero de 2009

Lecciones de vuelo 1,2,3 (y esa nueva dimensión)

Y me sigo preguntando, cual será el primer nivel de conexión. Resulta que bajo las escaleras de mi edificio y me dirijo a la calle, territorio siempre cambiante, y a veces tambaleante (sólo tambaleante cuando se ha soltado algún cable de la primera conexión). Entonces del dos se vuelve al uno, y cuando el uno está bien sujeto se puede volver al dos. Luego, si el mareo ha terminado, puede surgir un que otro bostezo, y de ahí algún sonido, y luego un modo de comunicación. El tres llega cuando uno ha respirado más de tres veces, y ha logrado previamente sentir el placer de estar. El tres se vuelve entonces ancho y resonante, y desprende la claridad de haber concebido algo que resuena y proyecta más allá de los límites preconcebidos. El tres es un hecho inesperado que nos acontece radiante como un alumbramiento. El tres siempre crea otro lugar.