viernes, 28 de octubre de 2011

Un beso

Un beso
es una emoción
desbocada.
Es un hilo
que se traga
a sí mismo
y quiere salir,
salir antes
de quemarse.
Un beso
es una lágrima
coagulada,
o un trozo de metal
que se deshace.
Y siempre,
siempre,
necesita salir.
Al encuentro
del objeto
besado,
al encuentro
de ese único
momento de fusión.
Fusión siempre
más que unión,
aleación,
transformación,
mutación.
Un beso
es una emoción
desbordada.
Una partícula que
no sabe a dónde ir
pero quiere irse
y rápido (¡!),
al otro lado.
Un beso
es esa necesidad
de desaparecer
en la mente
y en el tiempo
y en el espacio,
mientras los minutos
tiemblan,
mientras las paredes
no dicen nada,
por fin,
mientras todo
se aquieta
y no sobra nada,
porque ya estamos
allí,
en ese lugar,
en medio de todo
y de nadie.

Y algo nos susurra
por dentro
“I need more
and more
and more,
and more
and more
and more.”