miércoles, 2 de noviembre de 2011

Clara

Te tuve con mis propias manos
Te ricé con mi rizo
Te alcé con mi sangre
Y dudé
Antes de hacerlo
Pero luego
Todo estalló en mil pedazos
Y me volví santa
Y no volví a olvidar nunca
Mis palabras
Ni mi alma
De árbol
Y me volví pura
Y no volví a olvidar nunca
Mi color sellado
Ni mi voz
De aceituna
Cómo la luna
Salí a andar
Siete montañas
Y me fundé
Debajo de tu almohada
Clara
Cómo las noches crecientes
Cómo los pasos entrenados
Cómo las tórtolas errantes
Clara
Te arranqué de mi vientre
Y te entregué
A las parcas.