miércoles, 8 de octubre de 2008

Un día -los habitantes de mi jardín-

Los habitantes de mi planeta
decían estar tan lejos que no sentían.
Los llamé varias veces.
Intenté comunicarme con ellos.
Me dijeron que no podían llegar hasta mí.
El planeta que yo visitaba
les estaba vedado.
Cómo el que intenta franquear
un jardín particular.
El planeta que yo visitaba
los colocaba lejos.
Muy lejos de mí.
Me pidieron que volviera.
Me dijeron que estaban tan lejos
que no sentían.
Yo les dije que mi camino
todavía no había terminado.
Y que debía continuar
en ese jardín
que les estaba vedado.
Entonces yo creí
estar tan lejos
que no sentía.