lunes, 26 de enero de 2009

Cortinas y rieles

El cielo está lleno de nubes blancas
y vientos que se acercan
con simientes huracanadas.
El cielo está lleno de lunas nuevas
y torres cortadas, de luces y lámparas,
de cascos antiguos que se marchan
tras los pies de los caballos.
Hay quién se agacha esperando
recoger las flores,
-pero estas vendrán mañana-
conectadas y llenas de gracia
para ofrecernos lo que nadie quiso
presentir ni ver,
tras la niebla que cedió
el ocultamiento de la llave
y nos prohibió caminar pegados,
-cual pegasos osados-
remordiendo campanas
y bramando solos,
revolviendo papeles y adoquines
y soñando solos,
-sin el sostén de las paredes-
atestiguando el ayer
y devolviendo el mañana,
y caminando solos,
murmurando
cortinas y rieles
todavía,
al unísono de los caballos.