jueves, 2 de julio de 2009

Crónica de la gran ciudad (B)

Crónica de la gran ciudad que arde, se mueve y se mece en su eterno compás. Una mujer de avanzada edad me dice que las generaciones de ahora son más guapas, más altas, más inteligentes. Pondré a la mujer en mi nuevo pedestal de miradas del mundo, y le diré desde aquí que ya era hora de escuchar, en medio de la furia y del calor, ese ancho agradecimiento a la madre tierra. Al fin y al cabo ella nos da y ella nos acoge, y por mucho alboroto que hayamos provocado, ella, en un instante, nos puede perdonar. Y puede volver a vernos con le regard nouveau de una anciana que ya no acaba de empezar, pero sabe y sostiene el esfuerzo y el peso que vale el proceso de una evolución. No hay nada como estar, en medio del ajo, no hay nada como un tranquilo mirar de frente, como un ser lúcido en medio del compás.