viernes, 24 de julio de 2009

Anotaciones sobre el plan(o) de la Re-forma (5)

Y entonces llegando un poco más allá, más allá de Díolo, y más allá de todo este plan, se puede encontrar una nueva forma fuera del caos. Imaginemos un cuadrado circunscrito en un círculo, y un círculo circunscrito dentro de un triángulo. Díganme cuál sería la forma que sigue al triángulo, y si nosotros, habiendo previamente acordando un cierre en la circularidad de la palabra Díolo, seguiremos por mucho tiempo ocupando la figura central. Estamos apegados comúnmente a este número cinco. Díganme qué pasa con el seis. Díganme qué pasa con el mi.
Dejando de lado todas estas coordenadas, podemos aceptar que después de una re-forma puede llegar lo que deviene “mi” forma, el sentido de la propiedad individual, y que al final de esta escalera nos podemos encontrar con el “si”, el “si” que confirma o el que duda de la forma completa o total. Nunca final. Ese encuentro del “si” en la escalera es como llegar al piso de los contratos o matrimonios de la forma. Llegamos al piso de las formalidades. Y ello nos lleva a asentar (si es interno) o a dudar (si es externo). Es tan solo eso. Tiene algo que ver, aunque parezca simplista en apariencias, con “lo que se hace de corazón” y “lo que no”. Es algo tan fácil y simple como eso lo que nos hace llegar al “si” verdadero. Y si llegamos hasta ese piso sin dudar, entonces será fácil comenzar a reconocer pronto nuevos planos de la creación y del caos informe que generan sin cese alrededor del triángulo.