sábado, 1 de agosto de 2009

Anotaciones sobre la voluntad del seis y el contoneo tembloroso del (la) (6)

Y una vez llegados a este punto y más allá del triángulo y del si, to(do) comienza a adquirir una nueva forma. Una nueva forma de vida, y una evolución. (Y luego decimos que todo esto provino de una previa re-volución). Después de la voluntad, y después de querer, de querer un poco, (un poco mucho), y de forma total, habremos pasado por las llamaradas del quinto (sol), y nos habremos atrevido a observar "(la) cosa", la cosa informe que sobrevive en ese seis que se acerca al siete y se encamina al antes mencionado "si". Y si todo este caminar se maneja entre estos siete peldaños, estas siete notas continuamente entremezcladas y sobrevenidas las unas a las otras, accederemos a la pista de que ese nuevo (do) siempre puede ser otra cosa. Otra forma de do. Otro inicio que resurge de entre llamas y cenizas, y que se atreve a ser "Don o Doña Forma" nacido/a de la masa informe de este tiempo circular. Me repito que sólo se puede acceder a este trozo de la escala después de habernos sumergido en el fango desconocido y frío de los caminos informes de cada una de nuestras almas. Como Juan sin Miedo atravesando el bosque, como los egipcios, deberemos atravesar este trecho sin la reconfortancia temblorosa que genera ese curioso "mirar atrás".