martes, 27 de octubre de 2009

Microrelatos de 151 palabras: Hora punta.

Hora punta. El llamante descuelga el auricular. A la espera del fin del hilo musical, juega a los dados con una mano y dibuja garabatos con la otra. Aún así, no puede evitar quedarse en Babia. “Maldito xilófago”, piensa amorrado al escritorio. “Pronto me quedaré sin nada. Deberé zaboyar esos agujeros”. La magnífica composición de Bach transformada en una insulsa melodía se repite sin fin. “Y arruinado, si la telefonista no se digna a contestarme”. Le cuesta obedecer la espera, comprender las desconexiones infinitas que ocurren en esa inmensa red de comunicación. Fantasea con quebrantar sus buenos modales y dignarse a decirles, a los del otro lado, algo con sentido: “- ¡Sabandija asquerosa!” “Sois la punta del iceberg del problema de fondo. Absurdo yacimiento de ideas mal fabricadas. Kilos de ignorancia.” Se mea. “Os podéis meter vuestra música enlatada en la punta…”, cuelga. Watercloset ocupado. Nevera vacía, tan sólo un nabo.