viernes, 5 de noviembre de 2010

Los que saben tontos.

Jugamos y vemos como hermanos.
En esta rueda no hay cese ni perdición.
Me dijeron que sólo quedábamos unos cuantos.
Pero yo vi a mil más sentados en el sillón.
Quien quiera que se levante, que corra y se estrelle.
Quien quiera que se mueva de nuevo, un, dos, tres.
Digamos que somos tantos y nunca tan tontos, no.
Sabremos que somos los altos, los que miran fuerte.
Los que no saben por qué.
Sabremos que somos todos.
Que nos queremos.
Y no sabemos por qué.