domingo, 14 de noviembre de 2010

Ventanales cósmicos y madera ardiendo.

Bar Continental, 13.11.10, Bcn. Cosmic Grass.
Estos chicos suenan bien. Tuve el placer de estar ayer noche envuelta en sus redes, sus redes de su hoguera que arde, sus redes de sus ritmos que se erigen voluptuosos y esculpidos como clavos. Tienen mucho cuerpo y mucho sentido, sentido de saber desde dónde emiten sus ondas, desde dónde extienden sus redes mágicas, desde dónde eligen cada nota y cada canal acompasado, que se entrelaza y sube hacia otra parte con el siguiente. Son belleza y no sé si lo saben. Hoy en día hay experiencias artísticas escasas ante las que te quedas embelesado o absorto, ante aquellas que como decían ciertos teóricos del arte, cuando éste se revela es porque hay algo que te emociona, te conmociona y te transporta un poco más allá de ti mismo, a un lugar donde las ideas se presentan más claras porque se han transformado en formas o en colores, sonidos o acontecimientos, emociones, experimentaciones dentro de la propia carne al fin. Y si digo entonces que estos chicos suenan bien es porque resuenan en el eco de los pensamientos, y dejan poso. Sonar bien no es, pues, cualquier cosa. Es como en ellos, saber transmitir la fuerza y la precisión, los aullidos o las gotas presionadas cada vez distintas y que se escurren, te aprisionan o te acompañan, es una voz de vino o de astillas, un timbre de ámbar, es esa bomba de percusión que se agarra al suelo y destila sin querer verticalmente; es, finalmente, saber arder como la leña que arde lenta y majestuosa bajo el ritmo de la hoguera. Aquí tenéis. Madera ardiendo. Rock, blues, soul, funk, country…o todo lo que eso puede llegar a esconder. Parada obligatoria. Que la fuerza os acompañe, chicos. http://www.myspace.com/cosmicgrass